jueves, 5 de noviembre de 2015

miércoles, 25 de febrero de 2015

¡No más malcriados! Hacen llamado urgente para dejar de crear 'mini narcisistas'
Tendencias & Mujer conversó con una escritora inglesa, que intenta advertir a los padres para que regresen a la disciplina de antaño, antes de crear futuros adultos egoístas y maleducados, incapaces de hacer amigos ni mantener un trabajo.

¿Quién recuerda esos almuerzos de entre semana, sin poder levantarse de la mesa hasta que no se terminara el plato de comida, generalmente compuesto algún alimento "poco atractivo" para un menor (cochayuyo, brócoli, etc.)? ¿Alguien lavó el auto o hizo algún trabajo hogareño para aumentar la mesada, o pasó una semana entera ingeniándoselas para no aburrirse en la casa, luego de ser castigado sin poder prender la tele? ¿Estamos muy lejos de esos años en que los niños sabían que eran niños y, por ende, acataban órdenes, eran amables y no levantaban la voz?

Para 
Liat Hughes Joshi, periodista y autora e investigadora de temas de padres y crianza, algo parece haber ocurrido en el transcurso de los años que hoy los niños, en general, están en una especie de pedestal, teniendo a sus padres como sirvientes (en sus vidas "niñocéntricas", como lo llama), dándoles en el gusto en todo, sin modales ni incentivo a ser proactivos con las labores de la casa, que se duermen a la hora que quieren después de hacer rabietas, que no saben pedir por favor ni dar las gracias y gritan sin culpa a sus padres; criando niños egoístas y antisociales, buenos para las pataletas privadas y públicas, y creando "una generación entera de pequeños emperadores (mini narcisistas) que serán incapaces de funcionar en el mundo real", sin poder hacer amigos ni mantener un trabajo.

"Sus padres, con esa actitud de 'laissez-faire' en la disciplina y modales son los culpables", concluye la escritora, para quien, la respuesta a este conflicto estaría en regresar a la vieja usanza paternal, esa de los 70 u 80, en la que los niños conocían su lugar en la casa, y así lo explicó en su libro 
"New Old-Fashioned Parenting" 
(algo así como 'nueva paternidad a la antigua'), un texto que más bien parece ser un llamado a recuperar la disciplina -obviamente, sin violencia de por medio-, aprender a mantener los castigos, potenciar los modales y que sepan hacer las labores de la casa.

"En el momento en que tu hijo está listo para abandonar tu casa, debe ser capaz de planchar una camisa, cambiar sábanas, coser un botón, cambiar una ampolleta…"

La difícil tarea de pensar a largo plazo

Quitarles el iPad, desconectar el WIFI, apagarles la tele y darles menos mesada si no obedecen; ordenarles que ayuden con los quehaceres del hogar y, simplemente, dejar de buscarles mil quinientas actividades y clases que hacer en vacaciones y permitir que se aburran un poco para que desarrollen su creatividad… Sin duda son actos que poco ayudarán a sacarle una sonrisa a los menores, pero Hughes llama a ser inteligentes y, basados en el amor a los hijos, sopesar qué es lo mejor para su vida adulta.

"Siempre que puedan, piensen a largo plazo", recomienda desde Londres, consultada por Tendencias & Mujer acerca de qué consejos le daría a aquellos padres que, para evitar discusiones, insisten en darles en el gusto en prácticamente todo a sus hijos. "Es difícil ser un 'nuevo padre pasado de moda', pero se trata de pensar en qué es lo mejor para ellos a largo plazo y no en lo que los hace felices aquí y ahora. Puede ser difícil, pero vale la pena y, generalmente, ellos comenzarán a responder mejor con los límites y con su comprensión de las reglas de lo que pueden y no pueden hacer".

-¿Qué pasa con los castigos, como quitarles horas de tele por no obedecer, y las probables pataletas que pueden desencadenar?
"Mantenerse firme y seguir pensando a largo plazo. No hay que asustarse con convertirse en alguien menos popular con tus hijos solo porque te pones firme. Ellos pueden ponerse sumamente tristes en ese momento, y realmente romper tu corazón cuando te dicen que te odian, pero si estás haciendo lo mejor para ellos a largo plazo, que así sea.

"En cuanto a las rabietas, no hay que torcer el brazo. Si no, les darás el mensaje equivocado, de que pueden obtener lo que quieran a través de una rabieta. O que con un grito, el papá y la mamá les comprarán otro dulce o un segundo helado. Nuestros hijos deben saber que cuando decimos 'no' es no y que la respuesta será la misma aunque hagan una pataleta".

Al respecto, Hughes pide casi como favor a los padres que son víctimas de una pataleta pública, no dejar que los niños griten y lloren en medio de un gentío, que probablemente se sentirá incómodo con el menor haciendo el berrinche a sus anchas. Se trata de ser considerado, recalca, y propone llevar al niño a un lugar más privado y tratar de calmarlo.

-Siguiendo la línea de los "niños en pedestales", una crítica popular en Chile es que hoy los padres parecen acudir más con los niños a especialistas -psicólogos, psiquiatras, etc.-, dándoles pocas oportunidades de resolver por ellos mismos sus conflictos. ¿Qué opinas?
"Curiosamente no tenemos ese mismo problema en el Reino Unido, de acudir tanto a los psicólogos con los hijos. Lo que sí, tenemos el concepto de 'padres helicóptero', que revolotean alrededor de ellos resolviéndoles todos los problemas, que sería algo similar. Obviamente debemos tratar de ayudar a nuestros hijos a resolver conflictos, pero al mismo tiempo, ellos deben aprender a solucionarlos cuando papá y mamá ya no estén a su lado para intervenir por ellos. Sin embargo, algo que encuentro bueno de la paternidad de nuestros tiempos es que cuando hay un problema realmente serio, un trauma infantil importante como la muerte de un padre o un hermano, buscamos la ayuda de profesionales, en vez de hacerlo como antes, que se solía esconder 'la mugre bajo la alfombra'".
 

Guía para los neo padres pasados de moda
Algunos simples consejos de Hughes para recuperar algo de la vieja usanza parental son:

-Recompensas y castigos: Si obedece, premia a tu hijo con algo que le guste, una ida al cine, etc. Si no, simple; menos tele y menos mesada.

-Recuerda qué pasaba si no te comías toda la comida: Antes, en la vieja escuela, los niños solían comer lo mismo que el resto de la familia -que, por lo general, no era pizza, ni vienesas con puré o cualquier alimento de fácil acceso hoy en día- y, a la hora de no querer comerse todo, solían ser amonestados no pudiendo levantarse de la mesa hasta que el plato no estuviera acabado.

-Un problema del siglo XXI, "mi hijo no suelta el iPad": Enséñale que hay momentos y momentos para estar jugando o conectado a una pantalla –antes de dormir no lo es, por ejemplo-. Desconecta el WIFI si es necesario, y que aprenda que en la mesa no se juega ni se whatsappea.

-"Con por favor y gracias todo resulta mejor": Si tu hijo olvidó las palabras mágicas para ser amable, simplemente, no hagas nada de lo que te pida –llevarlo a algún lugar, ayudarlo con algo-, hasta que no pida las cosas como corresponda y hasta que no aprenda a dar las gracias después.

-Que aprenda desde chico a ayudar en la casa: "Eres su padre, no su sirviente", es una de las frases que destaca la escritora. Si vas tras tu hijo limpiando y ordenando todo lo que usa, crecerá pensando que la limpieza es una tarea ajena a él. Hughes aconseja desde niños inculcarles las actividades hogareñas de aseo. Pueden partir doblando los calcetines recién lavados y más adelante trapeando pisos o secando platos. Pronto, deberías ver cómo hacen estas actividades por iniciativa propia.


jueves, 7 de agosto de 2014

¿PORQUE ES NOCIVO EL CELULAR PARA LOS NIÑOS?



Cuando éramos pequeños, antes de la era digital, nuestra manera de pasar el tiempo podía tratarse en jugar con hermanos o primos a las escondidas, a correr para que no nos alcanzaran, a las damas chinas o inglesas, ajedrez; veíamos la televisión en época de vacaciones; quizá le marcábamos por teléfono a algún amigo; hacíamos manualidades o inventábamos juegos; andábamos en bicicleta con los vecinos y hasta tomábamos agua de la llave. En la actualidad, muchos niños de apenas diez y once años, juegan, a todas horas, con sus teléfonos inteligentes; en sus horas de ocio, disfrutan de jugar videojuegos con diferentes tipos de consolas; incluso, con sus respectivas cuentas en redes sociales.
Este cambio generacional ha provocado una interrogante acerca de las implicaciones de la tecnología en nuestra vida. Por un lado, es imposible negar los beneficios que hemos recibido gracias a ella: desde la comocidad de un hogar con refrigerador hasta avances importantes en el rubro médico. Por el otro, el abuso de ésta ha requerido una atención sobredemandante, descuidando por consiguiente a otras áreas de nuestras vidas: la social, la familiar, la de pareja, la profesional, etcétera.
Por consiguiente, diversos investigadores de la salud han tratado de explicar cuáles son los ecos de esta introducción, casi salvaje, de la tecnología inteligente en nuestras vidas. Uno de los estudios, de la American Academy of Pediatrics y de la Canadian Society of Pediatrics, señaló la influencia negativa del abuso de la tecnología (teléfonos móviles, tabletas, videojuegos, Internet, televisión) en niños menores de doce años; les compartimos las diez consecuencias que, de acuerdo con esta investigación, los niños pueden llegar a experimentar:

1.      Crecimiento cerebral demasiado rápido. Desde que el individuo nace hasta que cumple 21 años de edad, su cerebro se encuentra en constante desarrollo e incremento de tamaño. El estudio señala que un crecimiento prematuro puede deberse a la presencia o ausencia de un estímulo ambiental; en el caso de la sobreexposición a la tecnología, este desarrollo se ve afectado en problemas de aprendizaje o berrinches (Small, 2008; Pagini, 2010).
2.       Retraso en el desarrollo. El abuso de la tecnología llega a implicar cierta inactividad corporal, provocando un retraso en el desarrollo de conexiones neuronales y, a su vez, en el proceso de aprendizaje académico. (Rowan, 2010).
3.       Epidemia de obesidad. De acuerdo con Tremblay (2005), tanto el uso de la televisión como de los videojuegos están relacionados con el incremento de este desorden alimenticio; provocando entonces que el 30% de los niños con obesidad desarrollen diabetes o, en un futuro, problemas cardíacos (Center for Disease Control and Prevention, 2010). Incluso, el profesor Andrew Prentice, expuso en 2002, en BBC News, que las generaciones del siglo XXI serán las primeras en no sobrevivir aquellas de sus padres.
4.      Privación de sueño. Del 60% de los niños que no son supervisados durante el uso de la tecnología, el 75% lo utilizan dentro de sus recámaras hasta altas horas de la noche (Kaiser Foundation, 2010). Por consiguiente, niños entre 9 y 10 años puedan verse afectados en su desempeño académico.
5.      Desórdenes emocionales. El abuso de la tecnología puede ser uno de los factores desencadenantes de trastornos como depresión, ansiedad, bipolaridad, problemas de conducta, entre otros (Bristol University, 2010).
6.      Agresividad. Científicamente se ha comprobado que, ante una experiencia visual, el niño puede revivir lo que observa; en especial, ciertos patrones de agresión (Anderson, 2007). Tanto los niños como los jóvenes están expuestos constantemente a violencia física y sexual en el mar de Internet y de programas de televisión. En consecuencia, se ha reportado un incremento en la reclusión de adolescentes quienes no controlan su agresión.
7.      Demencia digital. El contenido en Internet está en un constante y rápido cambio, generando un problema en la concentración y memoria del niño, debido al exceso de estímulo en la corteza frontal del cerebro (Christakis, 2004; Small, 2008).
8.      Adicciones. Parece un círculo vicioso: mientras que los padres se aferran al (ab)uso de la tecnología, los hijos resienten la soledad y también se acercan a los dispositivos móviles; generando una cierta adicción (Rowan, 2010). De hecho, uno de once niños (entre 8 y 18 años) son adictos a la tecnología (Gentile, 2009).
9.       Emisiones a la radiación. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (WHO), los celulares y otros dispositivos de Internet inalámbrico, forman parte de la categoría de riesgo 2B; es decir, debido a la constante emisión de radiación que generan, son un posible factor cancerígeno. James McNamee, explicó en 2011: “Los niños son más sensibles que los adultos a los diversos agentes que pueden afectar a su desarrollo cerebral y del sistema inmunológico, por lo que no se puede decir que el riesgo es similar para un adulto que para un niño.” Por el otro lado, Dr. Anthony Miller, de University of Toronto’s School of Public Health, recomendó en 2013 cambiar los datos de 2B (posible cancerígeno) a 2ª (probable cancerígeno).
10.                    No es sustentable. La manera en que los niños fueron criados y educados con la tecnología ya no está siendo sustentable (Rowan, 2010). De acuerdo con la autora, los niños son nuestro futuro, pero no hay un futuro para niños que abusan de la tecnología. Razón por la cual, es necesario un programa de prevención y reducción del uso de la tecnología.
La American Academy of Pediatrics y la Canadian Society of Pediatrics recomiendan que: los bebés recién nacidos a dos años no deberían estar expuestos a cualquier tipo de tecnología; mientras que aquellos de tres a cienco años podrían utilizarla máximo una hora al día; y entre seis a 18 años, a dos horas al día (APP, 2001/13; CPS, 2010).

domingo, 21 de julio de 2013

INFORMACIÓN PARA LOS PAPÁS,,,,,, ¿POR QUE TUS HIJOS HACEN LO QUE HACEN?

Te contestaré con 6 razones:


1.- PORQUE TU LOS DEJAS.


Hacen lo que hacen porque tú se los permites, los hijos se convierten en lo que son, porque sus padres lo permiten, así de sencillo. Si tu hijo está haciendo un desastre de su vida, esta respuesta no te va a gustar, tu vendrás a mí y me darás un millón de excusas, le vas a echar la culpa a la música que escucha, a las películas que ve, a los libros que lee (si es que lee), a la violencia que transmite la TV, al sistema educativo, o a la presión que ejerce la sociedad (o sus amigos), créeme, lo he escuchado miles de veces así es que has a un lado la indignación y piensa en esta verdad: Tus hijos son producto de tu paternidad (de tu manera de educarlo).


2.- NO HAY CONSECUENCIAS DEL MAL COMPORTAMIENTO.

Los padres dejan hacer a sus hijos lo que quieran, con muy poca información de lo que es aceptable y lo que no lo es. Si ellos hacen algo mal, no hay consecuencias por el inaceptable comportamiento. Algunas veces decimos: "si haces esto te va a pasar aquello", y si no haces aquello te va a pasar esto", después ellos no hacen lo que tienen que hacer y no pasa nada, no cumplimos la promesa de las consecuencias advertidas. Sabes en que se convierte un padre que no cumple con las consecuencias advertidas?, en un MENTIROSO; y eso justamente aprenden nuestros hijos, a mentir.

3.- TU LES DICES A TUS HIJOS QUE SON ESPECIALES.


Quizás no vas a estar de acuerdo conmigo en esto, créeme que a mí también me resultó difícil entenderlo y aceptarlo, pero es una realidad. Si tu eres de los que actualmente cree que su pequeño ángel es especial, lamento decirte que no lo es; si tu le dices a tus hijos que son especiales muy constantemente, los perjudicas más que ayudarlos, Tu hijo es especial para ti y solo para ti, no lo es para nadie más. Tu hijo nació con todo tu amor y verlo crecer es toda una maravilla, sin embargo cuando crece y cruza tu puerta para ir a la escuela, él, solo es un niño más en la lista de la escuela, y no hay nada de especial acerca de él. En el mundo real, tu hija no es una princesa, ni tu hijo un príncipe, solo es un niño mas. Los hijos deben entender y aprender a crecer sabiendo que al instante que dejen tus amorosos brazos y entren al mundo real, nadie los amará por la única razón de que ellos existen, como lo haces tú. 

4.- TU HACES QUE TUS HIJOS SEAN LA COSA MAS IMPORTANTE EN TU VIDA.

Ellos no lo son. Yo se que tu piensas que lo son pero no es así; cuando tu dejas a tus hijos pensar que son la persona más importante en tu vida, ellos aprenden a manipularte y tu terminarás haciendo lo que ellos digan. Tus hijos son importantes, no me mal entiendas, tus hijos deberían ser amados incondicionalmente; pero los padres que ponen por encima de todo, la felicidad de sus hijos y sacrifican su propia vida y algunas veces su matrimonio también, entonces cuando acabe la labor como padre, tus hijos crecerán y te dejarán, e irán en busca de su propia felicidad y tu te quedarás únicamente con tu esposo (a). Si todo tu tiempo y energía lo gastas únicamente en tus hijos, cuando ellos se vayan tu no tendrás la certeza de que tu compañero(a) estará contigo; esa es una de las razones porque hay divorcios luego de que los hijos se van, pues la única cosa en común que tenían eran los hijos, y nunca trataron de alimentar el amor marital como lazo de unión que no fueran los hijos. Esto mismo pasa con las madres y padres solteros, ellos gastan tiempo y energía en sus hijos, sacrifican su propia vida, pensando que lo mejor es servir a sus hijos y poner su vida "en espera" mientras los ayudan a madurar, pero después los hijos se van y ellos se quedan solos sin compañero(a) con quien envejecer juntos, por lo general terminan tratando y viendo a su hijo de 50 como si fuera de 4 años. 

5.- FALLAMOS AL ENSEÑARLES LA DIFERENCIA ENTRE DERECHOS Y PRIVILEGIOS.


Los hijos tienen entre otros los siguientes derechos: a la vida, a jugar, a la libertad de opinar, a una familia, a la protección contra el trato negligente, a la alimentación, etc. Los privilegios son concesiones ganadas por una acción determinada; a nuestros hijos les compramos cosas, lo más actual en videojuegos, por ejemplo, o ropa o zapatos de marca, o una mascota, e incluso los llevamos al cine o a vacacionar, les compramos celulares, etc, etc. y todo gratis, a cambio de nada, hoy te digo que aunque te sobre el dinero para complacer a tu hijo, tienes que enseñarle a ganárselo; él tiene que saber que las cosas que le gustan cuestan y hay que pagar un precio por ellas, incluso estas cosas te ayudarán en la negociación de actitudes y comportamientos. 


6.- TRABAJAS EN EL AUTOESTIMA DE TU HIJO. 


La palabra autoestima es una palabra compuesta de auto: uno mismo, y estima: amor, o sea, amarse a uno mismo. Tu no le puedes proporcionar una valoración positiva de él mismo, confundimos el animarlos y apoyarlos con aumentar su autoestima y cambiamos la regla de "si tiene alta autoestima tendrá éxito en todo", pero en realidad es al revés "si tiene éxito en todo, aumentará su autoestima". Así que si quieres que tengan autoestima alta, enséñale a alcanzar sus éxitos.

Espero que estos cosejitos te ayuden a entender el por qué a veces le pedimos peras al olmo, si en realidad cosechamos lo que sembramos.